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Deconstrucción del sueño americano

Por Andrea Echeverri, andreacine.wordpress.com

Nada es lo que parece en Belleza americana (American Beauty), la ópera prima de Sam Mendes, de 1999, multipremiada y aclamada por la crítica de todo el mundo. Mendes se atreve, como pocos, a adentrarse en la idea del american dream de forma devastadora. Con un cuidado estético absoluto, precisión narrativa y apoyado en excelentes actores, cuenta la historia de una típica familia estadounidense que aparentemente tiene todo lo que quiere: una excelente casa en un lindo barrio suburbial, trabajos bien pagos, grandes carros, muebles finos, buenos vecinos y vida familiar.

Sin embargo, detrás de eso sólo hay descontento, desolación, amargura, inseguridad. Lester Burnham —el increíble Kevin Sapcey— tiene 42 años, trabaja en publicidad y siente que no ha hecho nada con su vida. Su mujer y su hija lo desprecian, lo consideran un fracasado, pero lo toleran siempre y cuando no se meta demasiado con ellas. Pero sus existencias no son mucho mejores. Carolyn —interpretada soberbiamente también por Annette Bening— es una agente de bienes raíces que envidia a su principal competidor y no sabe qué hacer para tener éxito, y la adolescente Jane —Thora Birch— es más bien una desadaptada social que no encaja del todo en su colegio, y menos en comparación con Angela, su preciosa y pretenciosa mejor amiga.

La vida familiar, entonces, es un fraude, pero la política de Carolyn es que hay que vender una imagen de éxito para ser exitosa, así que posan de familia feliz ante la sociedad, igual que sus vecinos, que tampoco son lo que parecen: el disciplinado, violento y reprimido coronel Fitts —Chris Cooper—, su esposa que parece fuera de este mundo, y Rick, el hijo que todo lo filma y se relaciona de manera extraña con la realidad. Este es el universo en el que se desarrolla la historia, que como la rosa a la que hace alusión el título —que por supuesto tiene varias lecturas, la literal y las metafóricas—, de lejos parece perfecto, pero a medida que va perdiendo sus pétalos va quedando en carne viva, dejando a los personajes casi a la deriva, sin un norte ni nada de dónde agarrarse.

Lo más interesante, sin duda, es el desarrollo del personaje de Lester, que en su crisis de la mediana edad, a partir de la infatuación que siente por Angela, la amiga de su hija, decide cambiarlo todo en su vida. Cobra fuerzas, adquiere valor, rompe los esquemas… pero en el fondo no sabe adónde va. Es este personaje a la vez el narrador del relato, que profiere desde el más allá, en una posible alusión a El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard), la maravillosa cinta de Billy Wilder. Una narración metafísica, irónica, discreta, que aporta apenas lo necesario y nunca se desvía de su derrotero.

La composición visual es siempre impecable, dirección de arte y de fotografía se conjugan para darle al director la posibilidad de crear cuadros maravillosos, que juegan con esa perfección que los personajes buscan siempre aparentar. Con juegos visuales bellísimos, sobre todo en los sueños de Lester con Angela, como el homenaje a Marilyn Monroe —otra de las lecturas del título— o el uso del montaje formalista, iniciado por Eisenstein en la repetición de sus gestos, la película se hace deliciosa de ver; y la banda sonora la complementa de manera formidable, con un uso singular, pues hace parte de la historia, los personajes siempre escuchan música que los representa y los diferencia.

Sam Mendes se puso a sí mismo el listón muy alto al empezar su filmografía con una película de tan alta calidad. Y lo mejor es que ha dado la talla. Sus siguientes películas son maravillosas, en especial Camino a la perdición y Revolutionary Road, que sigue de otro modo el tema de la familia feliz americana. Pero es de los pocos que pasará a la historia, muy probablemente, por haber creado su obra maestra al comienzo de su carrera.

 

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4 comentarios el “Deconstrucción del sueño americano

  1. vargasvargas
    febrero 7, 2012

    Buena crítica. Sólo agregaría que, al igual que al El crepúsculo de los dioses como mencionas, habría una alusión también a «Lolita» en le protagonista.
    🙂

    • Andrea
      febrero 7, 2012

      Totalmente de acuerdo, la película está llena de guiños, y ese es súper interesante.

  2. Javier Hurtado
    febrero 8, 2012

    Sin lugar a dudas Mendes es uno de los directores más interesantes de los últimos años, particularmente me gusta más su Revolutionary road, pero American Beauty desde luego retrata bastante bien esa crisis en la que permanentemente vivimos y a la que es imposible dar salida.

    Muy interesante tu blog, un saludo

  3. Carlos Rojas
    abril 15, 2014

    Me gustó mucho tu crítica, sobretodo porque no pasaste por alto el gran aporte de la banda sonora. American Beauty está y estará siempre en mi top 10.
    Tu blog es genial.

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Esta entrada fue publicada en febrero 7, 2012 por en Cine y etiquetada con , , , , , , .

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