Mi director preferido, sin duda alguna, es Eric Rohmer. Me gusta esa manera tan suya de abrir de par en par a sus personajes para que expongan sus emociones, deseos, pensamientos, lo que le permite diseccionar el alma humana para entender sus ansias y sus carencias. Los muestra siempre en sus ratos libres, no se ocupa, pues, de sus necesidades cotidianas, de la premura de pagar el gas o los impuestos, de ir al mercado o limpiar la casa, salvo cuando un acontecimiento de estos sirve para mostrar algo mayor, un miedo, un sueño escondido del personaje. Los vemos, entonces, en vacaciones o en fines de semana, o en las noches cuando la actividad laboral ha terminado y no deja residuos. Los encontramos a ratos solos, otros en pareja o en grupo, y es a través de sus conversaciones que entendemos de quiénes se trata, y a la vez asistimos a sus transformaciones, siempre verbalizadas.
Rohmer solía agrupar sus películas en ciclos o series, con algún tema o capricho que las una. La primera está constituida por los Seis cuentos morales; luego vinieron Comedias y proverbios, y por último llegaron los Cuentos de las cuatro estaciones. Aparte de ellas, también creó otras obras maestras solitarias, como Perceval el galo, La marquesa de O, Los encuentros de París…
Me resulta casi imposible elegir una sola película de su vasta filmografía. Elijo, al menos, dos: un cuento moral: Mi noche con Maud (Ma nuit chez Maud) y Paulina en la playa (Pauline à la plage), cuyo proverbio es «Quien mucho habla, mucho yerra». La primera cuenta la historia de Jean-Louis, quien espera casarse con una mujer que comparta su inmensa fe católica, y encuentra a su elegida ideal en Françoise, pero por el camino conoce a Maud, una mujer liberada y maravillosa por la que se siente atraído irremediablemente. Llena de los pensamientos de Pascal, la película muestra el choque de miradas entre dos personas que tienen mucho en común, pero que no sirven para estar juntas. Por su parte, Pauline à la plage narra el despertar al amor, a la traición, al desengaño, en fin, a la adultez, de Paulina, quien pasa unas vacaciones en la playa con su prima Marion, en el que emprenden sendos romances pasajeros y dolorosos. Joya imperdibles del cine las dos.
Este reto es dificil de contestar…
No tanto… hay directores que a uno le gustan más que otros, se puede elegir aquel con el que uno se sienta más cómodo o más identificado ese día, y de sus películas, buscar una que pueda ser la más interesante… o más de una, como hice yo. Dale, inténtalo.
Odisea del Espacio 2001. De Kubrick. Sé que insoportable y pretenciosa para algunos, pero ejemplifica la profunda fascinación, que se instauró en mi infancia, por el espacio y el mito de lo futurista. Entre más conozco las limitaciones técnicas de la época, lo «crudo» de la era espacial y el matrimonio cine-literatura…, está tan bien aterrizada en lo científico y mítico que es «casi un documental» de la evolución metafísica del ser humano.
Nunca me he fijado en los directores cuando veo una película, se que es un error pero así me pasa. Sólo recuerdo haberme enganchado durante una época a un ciclo de cine del director Fassbinder y sin embargo sólo recuerdo ahora mismo de él su, para mi, peor película, que por cierto la visioné porque la saqué de la biblioteca de idiomas.
¿Qué película era?
Es «La ternura de los lobos», creí que estaba dirigida por Fassbinder pero no, al parecer fue productor e interpreta un papel secundario, de 1973.
Mi director favorito es frances y para mi fue uno de los mayores fanáticos del cine que existió Francois Truffaut, una frace (Los amantes del cine son personas enfermas) su mayor film a mi concepto «Los 400 Golpes» ganadora de la palma de oro de cannes de 1959, excelente película de la nueva ola francesa.
El gran Dictador con su magnífico discurso final, tan consciente, tan humano, tan Chaplin.
The Lord of The Rings de Peter Jackson, adoro a ese hombre
Casablanca, Michael Curtiz, 1942. No se cuántas veces, pero se que faltan más. «Here’s looking at you, kid.»
Casablanca me encanta, incluso me la sé de memoria de todas las veces que la he visto. Pero no se puede decir que sea una película «de director»: fue un proyecto de encargo que paso por varias manos.
No tengo uno favorito. Pero me ha encantado Fantasía.
Directores favoritos, Stanley Kubrik y su fantástica naranja mecánica, y el maravilloso Chan Wook Park con su extraordinaria Oldboy.
2001 Una odisea del espacio de Kubrik
Una de las que más me gustó es Asesinos por Naturaleza de Oliver Stone, pero es difícil decidirse por una ….