Día 34. La película con la villana que siempre quisiste ser

Voy a pecar por poco original, pero es que siempre ha sido el personaje femenino de ficción que más me ha seducido: Gatúbela, en particular, la versión que hace Michelle Pfeiffer en Batman Regresa (Batman Returns), la formidable película de Tim Burton, estrenada en 1992.

Para mí, la estética formalista, recargada y gótica que Tim Burton le puso a sus dos cintas basadas en el famoso personajeha hecho de éstas las mejores versiones del superhéroe, presisamente porque, a la vez que humaniza al hombre murciélago, convierte en fantástica la historia, en una capacidad de interpretación personal y ala vez sumo respeto por el cómic como nunca se ha visto. Ojo: no tengo nada contra otras versiones, en particular las de Nolan, pero no siento que le den a los tobillos a estas dos joyas gráficas.

Respecto a la mujer gata, por una parte, su historia es muy interesante, y Burton nos cuenta en un lujo de escena cómo esta sencilla secretaria sobrevive a un terrible ataque y decide volverse la villana más sensual del mundo (así sea un mundo ficticio). Por otra, el desarrollo del personaje está muy bien creado, ese punto medio entre el bien y el mal me fascina: sí, es mala, pero en el fondo, no tanto, sigue siendo una niña asustada que se defiende asustando a los demás. Y por último, su traje es la mejor pieza de vestuario fantástico del mundo (parecido, de cierta manera, al de Musidora, la protagonista de Los vampiros de Louis Feuillade, recreada luego por mi querida Maggie Cheung -mi heroína favorita de ayer- en Irma Vep, de quien hablé al comenzar este blog). Respecto al traje, además, he de decir que me trae un recuerdo muy agradable, pues en un Halloween de hace unos cuantos años gané el concurso de disfraces vestida así y me gocé la noche como nunca.

El mejor momento de la película, para mí, sucede cuando, después de que Batman confronta al Pingüino, aparece Gatúbela y, antes de que explotar la tienda, dice, de la manera más sexy posible, simplemente, «miau»: