Ya no suele suceder, pero en la adolescencia y el comienzo de la juventud, era muy habitual que me dijeran que me parecía a Winona Ryder. El asunto me producía algo de ambivalencia, porque aunque por un lado me gustaba, más allá de halagarme, pues me parece suficientemente bonita, es simpática y tiene carisma, y además por la época en que se hizo famosa era novia de Johnny Depp, pero por otro también resulta algo simplona, sin demasiado carácter… y detesto sus orejas.
Sin dudarlo, la película con la que siento la identificación plena, es Reality Bites. Más que otras en las que actuó en esa época y que me agradan, como Edward Scissorhands, La edad de la inocencia, Night on Earth o Mujercitas, el personaje que interpreta en la primera película de Ben Stiller como director, que en español se conoce como Generación X o La dura realidad, muestra algo muy parecido a lo que sentí en ese difícil momento en que empezaba a volverme adulta, a asumirme como tal (así el proceso durara más de una década).
Lelaina (el personaje de Winona) y sus amigos Troy, Vickie y Sammy (Ethan Hawke, Janeane Garofalo y Steve Zahn) se acaban de graduar de la universidad y no saben muy bien qué hacer con su vida, y se preguntan acerca del trabajo y del amor. Lelaina decide hacer un documental sobre este momento de transición, sobre sus costumbres, sobre su generación. Por el camino conoce a Michael (Stiller), un ejecutivo de televisión que quiere comprar su película y con el que empieza a salir, que pone en cuestión muchos de sus valores y hará que mire de manera diferente a su mejor amigo… Sí, una comedia romántica, pero que habla de la manera en que mi generación, así sea de rebote, se enfrentó a la vida, porque es indudable que en buena medida seguimos el mismo patrón gringo que se muestra en el filme, y en el que la dupla Winona-Lelaina lograron que sintiera una identificación como pocas veces he sentido en cine.
Aquí les dejo el tráiler:
Para mí es Brave. Tooodo el tiempo.