Día 42. Una película dramática que te haya generado un drama en la vida real

Ya en el blog había hablado sobre ella, pero para este día no se me ocurre ninguna otra película (Ver acá la antigua reseña). Y no me queda otro remedio que contar la anécdota en cuestión.

Vivía entonces en España, donde hice mi maestría, mucho antes de mi vida actual. Tenía un novio adorable, con el que llevaba seis meses de buena relación, nada seria por el momento. Una noche, como siempre ha sido mi costumbre, fuimos a cine, a los Ideal, de los que ponen las películas en versión original, a ver Cosas que nunca te dije, segunda película de Isabel Coixet -primera para mí-, directora española pero que suele rodar fuera de España, y en inglés. El film -del que ya hablé bastante la vez anterior, así que no me repetiré- me emocionó muchísimo.

Después, también según nuestro hábito, fuimos luego a tomar algo y a conversar acerca de la película y mucho más. Yo estaba bastante conmovida por el filme, que me planteaba un montón de interrogantes, y sin saber medirme, o esperar a digerirlos, bombardeé a mi pareja con cuestionamientos acerca de qué éramos el uno para el otro, adónde queríamos llegar, qué sentía él por mí, y todas esas cosas que se nos vienen a la cabeza a las mujeres cuando no estamos demasiado seguras de nuestras relaciones. Él no supo qué contestar, no se esperaba semejante reacción por mi parte, no me dio las satisfacciones que yo necesitaba… y acabé rompiendo con él esa misma noche, sin saber del todo bien por qué. Él estaba suficientemente desconcertado, y supongo que inquieto y molesto, así que no me detuvo. Fue una ruptura dolorosa, pero en cierto modo enriquecedora, porque nos hizo pensar en todo eso que yo pregunté. Finalmente, después de un par de meses volvimos, en una relación mucho más sólida, así que creo que a la larga las preguntas que me planteó la película fueron relevantes y me fortalecieron para esa segunda y mejor parte, que duró bastante, hasta que regresé a Colombia. Y todavía les guardo mucho afecto, a él y al film, una de esas pequeñas joyas que guardo y me encanta compartir. Espero que se animen a verla también.