Día 91. La película con el mejor presidente
Después de unas largas vacaciones, vuelvo al reto. No es una pregunta que me agrade en especial: no me gusta la autoridad en general, y en efecto, como decía el enunciado en un principio a uno se le viene a la cabeza casi siempre un presidente gringo, y eso es especialmente molesto.
Sin embargo, hay tres presidentes que se me vienen de inmediato a la cabeza, los tres en clave de comedia, aunque en tonos muy distintos, dos de ellos interpretados por ingleses, dos de los personajes son presidentes norteamericanos, qué le vamos a
hacer. Se trata de Merkin Muffley, uno de los múltiples papeles de Peter Sellers en la hilarante ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, Stanley Kubrick, 1964); el Primer Ministro británico, interpretado por Hugh Grant en la deliciosa comedia navideña Realmente amor (Love Actually, Richard Curtis, 2003), y el detestable presidente James Dale, al que da vida Jack Nicholson en la farsa de cincia ficción ¡Marcianos al ataque! (Mars Attacks!, Tim Burton, 1996). Supongo que precisamente por mi falta de apego a las figuras autoritarias escojo estos tres personajes, tan vulnerables, tontos u odiosos.
Al primero, el Presidente Merkin Muffley, relativamente secundario respecto al Doctor Insólito, se lo pasan por la galleta al iniciar la guerra contra los rusos sin su autorización y armando la que sabemos, a pesar de sus vanos intentos de convencer a sus archienemigos de la guerra fría de que el ataque de su querido general Ripper fue un estúpido error. nada de lo que hace sale bien, es torpe política y físicamente, pero muy divertido a nivel cinematográfico y dramático.
El Primer Ministro de Love Actually es muy distinto. Es inseguro y vulnerable, pero eso sí, muy simpático. La manera en la que trata a su homólogo gringo -interpretado por Billy Bob Thornton- es bastante más hábil de lo que parece, pues lo deja como un oportunista necio con buenos juegos de palabras y manteniendo las buenas relaciones internacionales. En cambio, a la hora de expresar sus emociones, la torpeza puede con él y casi no lo consigue… está bastante bien humanizado.
Por último, Dale, el horripilante Presidente de los Estados Unidos cuando llegan los marcianos en la parodia de Tim Burton -basada en un juego de intercambio de cartas de los años sesenta- es alguien a quien da gusto ver apuñalado a manos de uno de los invasores, después de haber tratado de sacar provecho político y privado de su llegada a la tierra. Algo simpático es que en este caso Jack Nicholson también interpreta más de un papel en la película: se trata de Art Land, un empresario de Las Vegas cuyo hotel es destruido también por los marcianos.
No hay demasiado más que decir. Como son muchos, hoy no pongo la ventana de YouTube, pero si quieren, aquí están los vínculos para ver los respectivos trailers:
Andrea, cine y literatura 