Día 33. La película con el héroe o heroína que siempre has querido ser

No sé si alguna vez quise ser una heroína, supongo que sí, pero ya no lo recuerdo. La primera película que se me vino a la mente, pues su protagonista me fascina, es Jules et Jim, de Truffaut, pero tiene dos inconvenientes: no es realmente un modelo a seguir (ama a dos hombres, los manipula y termina matándose con ellos), y por otra parte se trata de una película de la que hablaré en otro día del reto.

Así que, hilando más profundo en el mundo de las mujeres heroicas, que no en el mundo de los súper héroes, llegué a un personaje delicioso, intuitivo, pasional y certero: Nieve Voladora, la guerrera de Héroe (Ying xiong), la espléndida película de Zhang Yimou.

La historia de Héroe es sencilla: un guerrero sin nombre (Jet Li), vestido de negro llega a la corte, negra también, a decirle al Rey Kin -igual de oscuro- que ha matado a sus tres mayores detractores, los guerreros Cielo, Espada rota y Nieve voladora. El rey lo honra por este hecho y le pide que cuente cómo lo hizo. Viene entonces la primera versión, roja, pasional, en la que el protagonista le explica que logró vencer al primero en una lid mental, y a los otros dos enfrentándolos pasionalmente. El rey desconfía, cree que se trata de un plan urdido por lo cuatro para matarlo, y cuenta su propia mirada de los hechos, la azul, fría y calculadora, un magno engaño. El guerrero lo contradice, y Yimou nos regala una versión blanca, en la que podemos creer como cierta, en la que hay amor y maquinación, pero no prima ninguno de los dos. Y los baches, los acontecimientos del pasado, se nos relatan en verde. Un arcoíris narrativo y estético de una belleza sublime.

La actriz que interpreta a Nieve Voladora, la mujer de Espada Rota -y posible antigua amante de Cielo- es una de mis preferidas, Maggie Cheung, quien dota a este rol tan singular no solo de belleza física sino de una sutileza sin igual en el movimiento, el uso de la espada y la palabra. Un personaje maravilloso, capaz por igual que su marido de guerrear y de volar, de luchar hasta el final y de aguardar pacientemente, que es capaz de traicionar a su amado al anteponer sus propios principios, una mujer llena de vida y de pasión. No me molestaría para nada ser así… en todo menos en el manejo de la espada.

Los dejo con el hermosísimo enfrentamiento rojo entre Nieve voladora y Luna, la pupila de Espada Rota que viene a vengarlo: