Día 22. La peor película que hayas visto

Intenté encontrar algún dato de una película, más que mala, pésima, que vi a comienzos de los noventa, un drama tirando a erótico, sobre una mujer a la que van mutilando poco a poco, hasta que queda solo tronco y cabeza… pero no sé ni cómo se llama, ni quién la dirigió, ni siquiera acerté cuando la busqué por el actor que creí que la protagonizaba, pero nada… Si alguien lo sabe, cuénteme… ¡para no volver a verla nunca!

Podría también nombrar alguna de Ed Wood, seguramente Plan 9 from Outer Space, la producción más cutre que he visto en la vida, pero Tim Burton le hizo un homenaje tan bonito que me hace enternecer y lo acabo perdonando. Al final, tiendo hacia algo no muy lejano: ciencia ficción de los años cincuenta, serie B, que me decepcionó precisamente porque suele encantarme ese tipo de cine, pero para todo hay límites. La que no pasó por el laxo tamiz de lo que acepto es La guerra de los mundos (The War of the Worlds), de Byron Haskin, primera versión fílmica de la emblemática novela -que he de reconocer que no he leído- de H.G. Wells, la misma que llevó a la fama a orson Welles por su adaptación radial, lo que le permitió llegar al mundo del cine, y ya eso la justifica para siempre.

Con un presupuesto lo suficientemente alto como para filmarse en color -aunque la secuencia inicial está en blanco y negro- y tener unos efectos especiales tan aceptables que le ganaron su único Óscar, pero no tanto como para permitir que se rodara en 3D, tan en auge en el momento. Sea como fuere, el resultado es un desastre. Una película simplona, mal contada, que mutila la historia, cuyo final no cumple las expectativas, en fin, me pareció tan mala que no vale la pena hablar mucho más de ella. Sobra decir que después de haberla visto quedé sin ganas de darle ninguna oportunidad a las demás versiones, de las que, por cierto, siempre leí y escuché malas críticas. Les dejo el tráiler, no para que se antojen -no vale la pena ni siquiera intentar comprobar lo mala que es- sino para que al menos se den por enterados.