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Día 79. Una película cuyo final NO te gustó (pero el resto sí).


En la vida se que ha habido muchas películas cuyo final me ha dejado mal sabor de boca, pero es una dicha tener mala memoria, y me he quedado con el gusto del resto, más importante, lo que sí me gustó. Sólo recuerdo un par, de los últimos años, que me han dejado rabiando. Por un lado, el cierre de (500) Days of Summer, ¡cuando conoce a Autumn!, pero es un chiste de tan mal gusto que no merece una entrada del reto.

Y por otro, el colofón de Temple de acero (True Grit), la última película de los hermanos Coen. Tengo que aclarar que me encanta todo el trabajo de Joel y Ethan, desde su Sangre fácil hasta ésta película, que los he seguido siempre y los admiro, y acepto sus altibajos. Y como queda claro en el enunciado del reto, en general la película me encantó, el problema, para mí, fue el final. Sé que se trata de una adaptación -de una novela que además no he leído, y no creo que llegue a hacerlo-, y seguramente el capítulo de clausura estaba allí. Y además la historia ya había sido llevada al cine antes, pero tampoco he visto la versión anterior, así que no sé cómo termina, pero supongo de nuevo que ya se conocería el desenlace. Pero todos sabemos que al adaptar un libro se realizan cambios y, sobre todo, se eliminan asuntos.

El caso es que, desde mi punto de vista, el argumento del filme habría sido mucho más sólido si se hubieran quedado solo con la historia de la niña y su venganza por la muerte de su padre, la particular relación que se entabla entre Mattie -Hailee Steinfeld- y el veterano sheriff Rooster Cogburn -Jeff Bridges-, al que contrata para atrapar al asesino, Tom Chaney -Josh Brolin-, así como con LaBoeuf -Matt Damon-, un ranger de Texas que también quiere llevar a la horca a Chaney. Los Coen debieron dejar la historia en presente, no volverla pasado y definitivamente no convertir a esa testaruda pero en el fondo encantadora adolescente en una solterona fea y amargada, que vive para la memoria de Cogburn, y cuya vida se redujo a ese solo episodio… Demasiado triste, podría haber sido al menos solo insinuado, para que el espectador se inventara su propia continuación, creara al personaje adulto en la mente, y no quedara con esa cara seca que ya no se puede quitar del recuerdo…

Es el único fallo de este, si no, soberbio western, con una textura deliciosa, unas imágenes magníficas y el saber-hacer indudable de sus insuperables creadores.

Un comentario el “Día 79. Una película cuyo final NO te gustó (pero el resto sí).

  1. Martillo
    agosto 28, 2012

    Mi impresión:

    La expresión True Grit, en su significado mas básico se refiere a ese pedazo de carne que no cede, que es realmente un rejo, algo que por mas que uno quiera, nunca será totalmente vencido.

    El western como género, sufrió de el mismo mal que la mayoría de las corrientes que alcanzan la notoriedad y este es sucumbir ante su propio éxito.

    Con ello me refiero a esas puestas en escena operáticas, casi wagnerianas, con indios prolijamente pintados, de torsos a la vista y con sus pantalones llenos de flecos, contrapuestos a cowboys que al final parecian caricaturas de sí mismos (como lo muestra Eastwood tan acertadamente en Unforgiven), todo esto producto de un sistema que como siempre busca ordeñar el trend hasta la última gota, poniendo en manos de gente que no tiene historias buenas para contar recursos lastimosamente desperdiciados.

    Los Cohen, para mí, quisieron mostrar porqué el Oeste exigía un «true grit» de parte de las personas que lo habitaban realmente, no como el timador de los caballos inicial, si no como la misma niña, que entiende que todo lo que no sea capaz de negociar ahora, tras la muerte de su padre, es simplemente patrimonio que ella y su familia van a perder a manos de extraños y que por ende, es imperativo pelear.

    Es un Oeste de verdad salvaje, donde hasta los cadáveres pueden representar un objeto del cual lucrarse, no pasivamente como los undertakers, si no de manera activa, como Bear man muestra que mas que lícito, es necesario.

    Una persona que debe atender semejante llamado desde tan temprana edad va a quedar marcada para toda su vida, independientemente del devenir de la misma, por ello, la fuerza de la relación y la deferencia con que la solterona (por elección y sin remordimiento) atiende el mensaje de Rooster. Elemento que se refuerza aún mas con la secuela física que deja la serpiente, que es cuando el vínculo entre Rooster y la niña se somete a tal vez la mas dura de las pruebas, al forzar a éste (que no es ningún héroe) a socorrer a alguien que ya había demostrado su valor y que en ese momento se encuentra totalmente a merced de las circunstancias.

    Es tal vez la composición final, con la mujer alejándose contrapuesta a la lápida del vaquero, la que ilustra la fuerza de una relación que aparentemente no debía llegar mas allá de la circunstancia que la genera.

    Me gusto mucho leer tu comentario, pues me hizo poner en palabras mucho de lo que solamente había pensado gracias a esa peli.

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