Día 29. La película más antigua que hayas visto

No voy a hablar realmente de las películas más viejas que he visto: vi, por supuesto, muchos cortos de los hermanos Lumière, del equipo de Thomas Alva Edison, varios de Méliès y algunos más del siglo XIX. Prefiero hablar de un largometraje que marca el paso al cine moderno, que cambia la manera de hacer cine para siempre e instaura nuevas reglas: Intolerancia (Intolerance: Love’s Struggle Throughout the Ages), filme de 1916 del legendario Davis Wark Griffith.

Se trata de una película de muy largo aliento (casi tres horas) que mezcla en paralelo cuatro tramas diferentes: la dura vida de una joven durante la caída del imperio de Babilonia; la pasión de Jesucristo; el romance de una pareja durante la masacre de los hugonotes en la noche de San Bartolomé en la Francia del siglo XVI, y una historia contemporánea -los años 10 del siglo XX- en la que una mujer , alejada de su esposo, debe cuidar sola de su pequeño hijo que le pretenden arrebatar, mientras tiene lugar una huelga.

Melodramática hasta más no poder -pero en el buen sentido de la palabra- cada segmento tiene un estilo estético diferente, desde el maximalismo extravagante de la historia, hasta la parquedad para contar la historia «actual», mediante el leitmotiv de una anciana meciendo una cuna, que aparece cada que cambiamos de espacio y de tiempo, la película pone el dedo en la yaga al demostrar cómo la intolerancia ha sido la moneda corriente de la humanidad, que no ha permitido la convivencia pacífica y amable que todos decimos anhelar.

Les dejo aquí toda la cinta para que saquen un buen rato para verla. A pesar de que es larga -y muda- es una experiencia maravillosa si se le da la oprtunidad. Ojalá la vean y la disfruten: