Día 51. La mejor película latinoamericana
El cine latinoamericano es demasiado diverso para elegir sólo una película que lo represente. Podría decir mejor qué filmes o cuáles directores me gustan más que otros, y entre ellos, elegir una cinta que me encanta, pero estoy lejos de pensar que sea realmente la mejor película del subcontinente.
Se destacan claramente el cine mexicano, el argentino y el brasilero, con el cubano a la saga y los demás, disparejos, detrás. De México me gusta el cine clásico, pero a la vez me resulta ingenuo, me queda faltando algo; por supuesto el Buñuel mexicano es fantástico, pero me gusta todavía más el francés y el español, así que lo dejo fuera; de los contemporáneos elijo, aunque resulte lugar común, a Alejandro González-Iñárritu y sobre todo sus Amores perros; el cine del Brasil lo conozco menos, y he de confesar que el cinema novo no me emociona lo que debería; me encantan Walter Salles y Fernando Meirelles. Ciudad de Dios es formidable.
Pero de todos, prefiero el de Argentina, con una influencia europea muy marcada, pero a la vez muy personal. Y de ahí, mis directores preferidos son Leopoldo Torre-Nilsson y Lucrecia Martel, tan diferentes y tan maravillosos ambos. Y con la película que me quedo, definitivamente, es La ciénaga.
Una película con una atmósfera opresiva, que se cierne sobre los personajes, increíblemente bien construidos, delimitados. Se trata de dos mujeres y sus familias en una temporada de vacaciones, niños, jóvenes, adultos, que conviven entre la ciudad y una finca al norte del país. Los adultos beben continuamente, los menores se meten en problemas, los adolescentes se sienten atraídos unos por otros… un microcosmos alucinante, una historia sencilla y apabullante al mismo tiempo, muy bien contada, muy bien retratada. Lucrecia Martel debutó con esta cinta en 2001, y desde entonces se ha consagrado como una excelente directora, que crea personajes muy singulares, seres que parecen normales pero que tienen algo que los distancia del resto de la gente, y universos cerrados y bien construidos, donde la vida se reproduce a escala y resulta un espejo crucial para mirar lar relaciones humanas.
Andrea, cine y literatura 
¿Qué te gustó de «Amores Perros»? Debo confesar que no es de mis favoritas y siento curiosidad por tu opinión.
Pues me parece que es una de las películas que marca una ruptura en el cine latinoamericano, que lo pone en diálogo con el resto del mundo. González Iñárritu, de la mano de Arriaga, creó una manera singular de hacer cine con el cambio de siglo, desarticuló la temporalidad sin anclarla en recuerdos, recuentos o premoniciones, por supuesto no fue el primero que lo hizo, pero su manera de lograrlo fue muy personal y muy interesante, y fue todo un acontecimiento en Amores perros. Las historias entretejidas, además, me resultan interesantes, mezclar estilos de vida, clases sociales, etc. en un solo acontecimiento, me parece también una apuesta válida en la película. Y la música me encanta.
La manera de entrecruzar las historias es el punto que más me gustó de la película, la primera de las historias (la del perro de pelea) me pareció bastante aceptable, pero en el resto estoy de acuerdo con una crítica que leí en una base de datos «me genera crispación». Aunque se que tiene muchos adeptos y defensores.
Saludos