Día 35. La película con las locaciones en que querrías vivir

Esta vez hablo desde el recuerdo, bastante borroso, que puede ser, como decía Borges, arcilla que el presente labra a su antojo. Hay mil mansiones maravillosas en el cine; me gustan, en especial, las inglesas, como la Howards End y Regreso a Brideshead (Brideshead Revisited), pero a la larga soy más urbana y prefiero un gran apartamento en el centro que una gran casa en el campo. Probablemente allá querré vivir más adelante, lo he pensado más de una vez, pero será en la época de la jubilación, y falta bastante para eso. Mientras, entonces, me quedo con el apartamento de Doble de cuerpo (Body Double), de Brian de Palma.

Como decía, hablo desde el recuerdo, pues la vi -tal vez un par de veces, pero ni de eso estoy segura- hace ya muchos años. Sólo me acuerdo de que al protagonista le prestan un maravilloso pent-house súper moderno -lo era para 1984- con grandísimos ventanales, además de un excelente telescopio, desde donde descubría al sensualísimo personaje representado por Melanie Griffith, de quien, por supuesto acababa enamorado.

En una trama que es en parte un homenaje a Vértigo, el que cree que espía es utilizado y sólo ve lo que alguien quiere que él vea, para que luego pueda ser un testigo válido cuando ocurra una muerte… pero quien muere no es quien parece. En un juego de espejos, intriga y sensualidad, de la que no recuerdo muchos detalles, sólo sé que De Palma logra atrapar al espectador, mantenerlo atento y regalarle una muy buena pieza cinematográfica.

Y lo que nunca podré olvidar es la gran envidia que sentí cuando vi semejante espacio, maravilloso, el lugar perfecto para vivir y mirar el mundo circundante. Aunque tampoco me molestaría la casita en la que vive – temporalmente- melanie en el filme. No encontré un video donde se pueda ver el apartamento, así que simplemente los dejo con el tráiler.