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Día 71. Una película que te recuerde algún vicio o maña que tengas


Por si aún no lo han notado, mi vicio es el cine. Desde que soy mamá, acabé sucumbiendo ante el video, y ahora veo más del cincuenta por ciento de las películas en DVD, en casa, pero sigo sintiendo especial predilección por la sala oscura, en la que me sumerjo y me pierdo, donde me vuelvo diminuta ante los personajes de luz viva que acaparan la pantalla. Durante muchísimo tiempo, fui a cine todos los días de mi vida, y en fines de semana iba a cineclubes por la mañana, además. Una vez, me impactó tanto una película, que la vi en las tres funciones en que la daban el mismo día. Todavía, cada que hay algún festival que lo amerite, hay ocasiones en que salgo de una sesión para entrar a la siguiente, y vuelta otra vez. El cine me hace soñar, me aleja de mis problemas, me distrae, me da en qué pensar, me pone a escribir, ¡y además es mi fuente de trabajo!

Así que no hay mejor película para responder al reto de hoy que La rosa púrpura de El Cairo (The Purple Rose of Cairo), esa maravillosa cinta de Woody Allen, protagonizada por Mia Farrow y Jeff Daniels, que cuenta la historia de Cecilia, una soñadora mesera de los años treinta, con un marido vividor, desempleado y mujeriego. Con una existencia triste y monótona, Cecilia solo vive para ir, una y otra vez, a cine, a soñar con el glamouroso mundo que vende Hollywood, para luego recrear las historias que ha visto y contárselas a su hermana. Hasta que un día, Tom Baxter, un personaje de la gran pantalla en blanco y negro se da cuenta de su presencia en la sala, le habla y se sale al mundo real para estar con ella, con el consiguiente revuelo que esto causa, no solo en Nueva Jersey, sino en la productora y en todas las salas de cine del país, donde podría pasar lo mismo…

Contada con cariño, esta es una de las cintas de Allen que más me gustan precisamente por su cinefilia. Los personajes de Cecilia y Tom son encantadores, ingenuos, dulces, maravillosos, e incluso Gil Shepherd, el actor que encarna a Tom y que va Nueva Jersey a resolver el impasse, tiene su punto, aunque acabe siendo un frívolo egoísta que se pregunta si hizo bien o no. La canción tema de la banda sonora «I’m in Heaven», además de deliciosa, expresa exactamente lo que Cecilia siente -lo que los cinéfilos sentimos cuando vemos una buena película-, y la trama es el sueño hecho realidad: poder entrar en ese mundo.

Por supuesto, no es la única película que lo hace, El último gran héroe (The Last Action Hero) diez años después plantea un argumento semejante, solo que ahora se trata de un niño el que entra a la ficción de la pantalla para acompañar a su héroe, interpretado por Schwarzenegger, con el que se involucrará en un trama de acción formidable. Y la cinefilia invade muchas cintas más, como Soñadores, de Bertolucci, o Travelling avant, de Tacchella, entre tantas más, pero la que más amo, la que más me identifica, la que más muestra esa pasión como un vicio, la necesidad adictiva de ir a cine una y otra vez, es, sin duda, La rosa púrpura de El Cairo:

Un comentario el “Día 71. Una película que te recuerde algún vicio o maña que tengas

  1. Y04N
    octubre 19, 2012

    Creo que yo también presento una aguda adicción al cine, tanto que cuando estaba en la universidad tuve la necesidad de crear un cineclub llamado Cinéma_F http://www.flickr.com/photos/9775307@N07/ aún recuerdo el éxito que marcó «Rodrigo D – No Futuro» de Victor Gaviria para nuestro querido espacio. Me agradan los films que agredan la retina ó que te sumerjan en su cuento, como en una especie de hipnosis colectivo, hay ocaciones incluso que mi termómetro cinematográfico se mueve al ritmo de una erizada ó no falta incluso la lagrima que emerje de la emoción de ver algo que te motiva, hace poco confieso que me pasó con «Pequeñas Voces» narrada por niños, una pelicula que debería ser de caracter obligatorio para todos los Colombianos por su enorme carga emocional y reflejo de un conflicto lleno de intereses donde las únicas victimas somos todos; pero si hablamos de vicios que buena película fué «Pepi, Luci y Bom» de Almodovar «Sexo, drogas, lesbianismo, pasiones extremas y masoquismo conviven en una trama que gira en torno a la violación que sufre Pepi en manos de un policía que la descubre cosechando marihuana en su casa perdiendo la virginidad por obra y gracia de este policia vecino suyo. La esposa de éste, abnegada y masoquista reprimida conoce a Pepi y a Bom una amiga de aquella. Todas ellas se sentirán felices y liberadas especialmente Luci y Bom que a base de bofetadas establecen una bella relación.» En nuestro contexto me gustó bastante «Pequeños Vagos» y su retórica ácrata, en fin estoy arto de la falsa moral y este tipo de cine me encanta.

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