Día 56. La mejor película de aventuras

Después de pensarlo por varios días, me di cuenta de que el de aventuras definitivamente no es mi género preferido, pues no se me ocurría ningún título que fuera más allá de lo obvio y lo más comercial, que si bien me gusta, no me mata. Hasta que por fin se me prendió el bombillo: recordé una película maravillosa que vi hace muchos años y no he vuelto a ver y que me queda como tarea pendiente para los próximos días.

Se trata de Las aventuras del Barón Munchausen (The Adventures of Baron Munchausen), la hilarante película de mi gran maestro Terry Gilliam, rodada en 1988, que recuerda el gran sentido del humor de Monty Python, pero con mucha más sofisticación y delicadeza, en una explosión de juegos visuales y narrativos con una potente historia detrás.

Ambientada en el siglo XVIII, la cinta está llena de viajes, aventuras, imaginación, magia y juegos visuales, en los que seguimos al gran Barón -interpretado por  John Neville-, a su séquito de inadaptados y a una pequeña niña -Sarah Polley-, que intentan salvar una aldea del ejército turco, mientras se meten en todos los enredos posibles, mientras vuelan, pierden cabezas, bailan, juegan, se pelean, conocen a dioses mitológicos -en especial es de resaltar a Uma Thurman como Venus-. Entretenida y maravillosa estéticamente, la película es el maximalismo llevado al extremo, al que Gilliam le saca todo el partido.

Una delicia para ver bien despierto y gozársela con toda la energía que despliega sin parar: