En realidad me encantan los musicales, clásicos y contemporáneos por igual, gringos, europeos, indios o latinos. Se me ocurren muchas películas que me gustan especialmente: la española El otro lado de la cama, Todos dicen te quiero, de Woody Allen, o la ya tan nombrada Bailarina en la oscuridad, tanto como clásicos del tipo de Cover Girl, Mercado de abasto, Tommy, Hair o Grease.
Me decanto por una menos popular, más controvertida, y que no gritaría a los cuatro vientos, pero que disfruté enormemente: Canciones de amor (Les chansons d’amour), de uno de los jóvenes directores franceses más interesantes de la actualidad, Christophe Honoré, protagonizada por el galán de moda de ese país, Louis Garrel, además de las deliciosas Ludivine Sagnier, Chiara Mastroianni y Clotilde Hesme. Se trata de un drama roto por canciones que el espectador no siempre encaja bien, pero que son una característica fundamental de la construcción narrativa. Una película un tanto difícil para algunos, pero a la que vale la pena darle una oportunidad.
El cine es mi motor, y la literatura, mi norte.
Mis dos pasiones, mis dos grandes compañías, mi consuelo y mi esperanza, eso son para mí el cine y la literatura. La razón de mi vida.
Me quedo con Grease, fue increible que años después de su estreno la volvieran a echar en el cine y la juventud acudiera otra vez a verla. No se si en esta lista muy larga que espero recorrer en poco tiempo tengas también lo de la banda sonora, para mi «Capadocia» tiene un banda sonora muy variada.
(Les chansons d’amour) , me encanta! , gracias por el dato! 🙂
El mago de Oz es para mí el mejor musical, y no me gusta en secreto, me gusta y que la gente lo sepa, entonces no se si sirva…